Por fin después de algún tiempo logro ir a este guachinche. Una vez que has ido resulta bastante sencillo volver. Entrada por Santa Úrsula, el punto de referencia es el Bar Tajinaste que se encuentra a mano izquierda, subiremos y subiremos.
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| Cartel del aparcamiento donde se indica los días de apertura y el horario, completito. |
Con una experiencia de 11 años, como mandan los guachinches auténticos, tiene bodega propia (Bodega Zacatín), abriendo por San Andrés y cerrando cuando se termina el vino, y un menú pequeño pero muy bueno. Cositas típicas como quesito blanco o fabada acompañan al costillar (hecho en su punto justo) y al pollo tomatero (con mojo), las papas fritas son caseras. No hay postre, con lo cual hay que echarse otro paseíto por la zona.
La carne se encarga de asarla D. Jose Eladio (con sombrero y el dueño del negocio y la bodega) que anda siempre de buen humor, sobre todo pensando en el trabajo que lleva sacar a delante tanta comida para tantas mesas.
Las raciones son abundantes y el servicio es realmente rápido para estar tan lleno de gente, bueno rápido y amabilísimo.
Otra cosa, no se asusten si de repente ven una perra presa canaria paseando entre las mesas. Es la perra de la casa, "Tara", conocida ya por todos los clientes, buena, tranquila y no pide comida, sólo se pasea.
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| Pizarra con menú y precios |
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| Un precio buenísimo, como la carne |
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| Bodega propia, Bodega Zacatín |
Conclusión: Recuerden ir temprano, si no tendrán que esperar un buen rato o incluso compartir mesa (cosa que me parece una buenísima y divertida idea).
La cuenta: 11 euros por persona
Valoración de 1 a 5:
Relación calidad/precio: 4
Atención: 4
Entullo: 5
